Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Voy a “interrumpir la relación matrimonial”

Pero vamos, del tirón. ¿O es que se puede aguantá que lo pongan a uno a limpiar la cocina entera, con mi edad, con los achaques propios y ajenos que ya se tienen, subiendo y bajando a cada momento una escalerita de metal más antigua que el poleo; y todo, por no pagarle a una señora que venga un par de horas o tres y en un santiamén te la deja como los chorros del oro?

Oiga, que un servidor padece de un montón de sufrimientos, caramba: una pérdida galopante de pelo en la azotea, la visión del ojo derecho que ya está en modo pantalla de televisión de la película “Poltergeist”, un diente de la fila de abajo a punto de caerse solo, los pulmones que no cumplen como debieran, cargado de espaldas cual lustroso dromedario, el conducto por donde se expulsa la orina desde la vejiga al exterior que es todo un poema, las dos rodillas a las que les falta el juego, varices en la pierna izquierda, y los dedos del pie siniestro con dolencias cuando hace frío porque se me cayó este verano una puerta maciza encima y me los dejó planos al igual que las alas de un Falcon…

En fin, como verán ustedes lo que se dice un cromo. Y nada. Que todavía se creen que conviven con el muchachito que a los diecisiete escribía teatro y ponía las pistas de los casinos de los pueblos a hervir a base de soul. El que conquistaba corazones a manojitos con su imagen de atormentado poeta. El que se recorrió medio mundo con la mochila a cuestas, en barcos mercantes o mismo en furgonetas. ¡Mas si no puedo ni con los calzones!

Así que aquí ando, dolorido hasta la médula por el tute que esta mañana me he pegao. Y es que no hay derecho, que te lo digo yo. Porque una cosa es echar una manita para que la casa luzca “brilli-brilli”, y otra muy distinta la explotación por la cara de un pobrecito pensionista que solamente aspira –ataviado como nunca sobre los últimos tramos de esta vida- a componer cuatro letras y media y lanzarlas luego a manera de artículo a los digitales de marras.

Pues que lo sepan todos. Antes de que los distintos medios de comunicación, afines y no afines a Moncloa, se ocupen del caso y que las portadas de las principales revistas del corazón estallen de gozo al conocer la noticia, yo anuncio solemnemente a España y parte del extranjero que voy a “interrumpir la relación matrimonial”. Igualito, igualito que lo que acaban de hacer la Cristi y el Iñaki, ¿no te jode?