Al filo de cumplirse el plazo para formar gobierno y a contrarreloj se encuentran socialistas y podemistas repartiéndose el pastel. De verdad que da pena tener los políticos que tenemos, todos mirándose su ombligo y dando tanto de qué hablar que la gente ya está saturada y no quiere saber nada de ellos. Tres meses han tenido para pensar en este país panderetero, y ahora todo a la bulla, y encima tendremos que darles las gracias.

Siguen haciendo méritos para que la ganadora encubierta de las elecciones sea la abstención, esa de la que ninguno habla porque no les interesa decir que hay una importantísima parte de la sociedad que no cree en ninguno de ellos, yo no pienso que sea que no creen en el sistema democrático, que los habrá en gran cantidad dentro de los abstencionistas, sino que no creen ni en los partidos ni en la gente que los componen, creyéndolos a todos iguales de corruptos e ineficaces. Y más grave es si a esos abstencionistas sumamos los votantes de votos nulos y en blanco, que son de gente demócrata que se resisten a no ir a votar, pero que están tan asqueados de los políticos que o votan en blanco, que es como dar un cheque de ese color al que al final salga mejor de los pactos, o votan nulo como diciendo -yo no quiero que mi voto os sirva a ninguno tras vuestros repartos de cromos.

Vamos a ver unas cifras de las últimas elecciones generales que nos van a hacer ver lo que intento expresar, espero ser claro y no hacerme pesado que es claramente mi intención.

Lo primero sería hablar de que tras la intensísima campaña, que todos se marcaron, lograron una participación mucho mayor que en 2016, de un 66’48 % se pasó a un 75’75 % de votantes, la maquinaria puesta en marcha con la prensa y las redes dieron su fruto.

Ahora vamos a ver, según eso la abstención fue de un 24’25%, está claro, y los votos nulos supusieron el 1’04 %, que junto al 0’76 % de los votos en blanco, hacen un total del 26’05 %.

El PSOE obtuvo un 28’68 % siendo el más votado, seguido del PP con el 16’70 %, luego Ciudadanos con 15’86 %, detrás Unidas Podemos que llegó solo al 11,05 % y por último Vox que alcanzó un 10’26 %. Los demás, por tener porcentajes más bajos, me ahorro ponerlos, no aportan nada a donde quiero llegar.

Con esto, los cabreados, asqueados, hastiados, hartos, defraudados, descontentos… si formaran una coalición electoral serían los segundos en discordia, 26’05 %, muy aproximados al PSOE y con mucho margen ante los demás. Y ya echando la imaginación a volar, a lo mejor hasta el rey les hubiera propuesto formar gobierno ante la inutilidad del resto, y como decía la letra de una canción de Jarcha, “…este es el panorama de nuestra gente, que se quejan de vicio, dice el pudiente…”.

Pero de esto ni hablan, estoy totalmente seguro de que si se tuvieran que repetir las elecciones ganaría la coalición abstención, votos nulos y en blanco, como ganó en 2016 con el 35’19 % frente al 35’01 que obtuvo el PP de Rajoy. Y lo digo porque he oído ya a más de uno, y una (para que no me tachen de machista las ultrafeministas, sí, sí, que ahí también hay ultras), que ha dicho que no votaría porque siente que le están tomando el pelo y que son unos ineptos, inútiles, mediocres que no sirven ni para ponerse de acuerdo en algo tan importante como es gobernar España. En fin, tranquilos que no, al final Carmen Calvo y Echenique saldrán con sus caritas felices como perdices diciendo que todo está arreglado, que el diálogo es la fuente de la democracia y que ellos, que lo saben, lo han aplicado maravillosamente. Lo que me hará a mí pensar, ¿y por qué no lo han hecho hace dos meses y medio? Hombre, pues porque antes tenían que repartirse los gobiernos autonómicos, las diputaciones y los ayuntamientos, me contestaría mi malvado otro yo. Y es que uno no quiere ser mal pensado, pero si estos políticos que nos rodean nos quieren tomar por idiotas, al menos hay que hacerles saber que para idiotas ellos.

Y para terminar, yo les diría a todos y cada uno de los que se sientan en el Congreso de los Diputados, que no me defiendan tanto, como decía Victor Manuel en su canción, “no me defiendas tanto, el fusil dijo al soldado, no me defiendas tanto que yo no te lo agradezco demasiado”.