Desde hace mucho tiempo, posiblemente siglos, se ha dicho que los españoles siempre han ido con los curas, unas veces delante con un cirio y otras detrás con una estaca para molerlos a palos.

El momento que estamos viviendo se corresponde con el de la estaca, pero no ya sólo contra los curas, sino contra el cristianismo en todas sus manifestaciones.

Es tal la inquina, belicosidad animadversión y furor que estas nuevas generaciones de Izquierdas están desarrollando que parece no que quieran emular, si no superar, a los ataques de rabia irrefrenable de tiempos pasados.

Hacen escarnio de todo lo que huela a cristianismo, se mofan de nuestras creencias, realizan exposiciones sacrílegas con hostias consagradas. Llevan a cabo representaciones de guiñol para niños, en las que se asesina, se viola y se hace exaltación del terrorismo.

Una supuesta poetisa recita un Padrenuestro blasfemo en el que ultraja y se mofa de la oración más sublime de los cristianos, ya que fue enseñada por el mismo Jesucristo

Tan grave ha sido considerada la ofensa sacrílega que las principales confesiones religiosas de nuestra España se han visto en la necesidad de cumplimentar un escrito de protesta en el que, entre otras cosas dicen:

“La entrega de premios Ciudad de Barcelona de este año, con una pretendida finalidad poética, ofreció a los asistentes una recitación que, más allá de la provocación y el mal gusto, incurre en ofensas gratuitas a los sentimientos religiosos de diversas comunidades de creyentes de nuestro país”

• Lo han firmado Confesiones que, en tiempos parecían irreconciliables, como la musulmana, representada por el Presidente de la Comisión islámica de España Riay Tatary, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española, P. José María Gil Tamayo, el secretario ejecutivo de la Federación de Entidades religiosas Evangélicas de España, Mariano Blázquez; así como Isaac Querub, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, quienes han unido en una sola voz de protesta la defensa que se merece todo creyente en contra de las vejaciones a las que estamos siendo sometidos los cristianos.

Invaden la capilla de una facultad, blasfemando, mientras que una jovenzuela con los pechos al aire grita. “arderéis como en e 36”.

Los miembros de Podemos y su innumerables cabezuelas de esta hidra llena de ira e inquina, no sabemos de qué ni por qué, están intentando borrar toda manifestación religiosa de nuestro País.

Pretenden hacer desaparecer todo vestigio de religiosidad no sólo de las instituciones, sino hasta de las manifestaciones populares que, bien quieren eliminar o, al menos mudarles el nombre para que no conste de manera alguna que son por motivación religiosa.

El Grupo Aranzadi, marca blanca de Podemos en Pamplona, ha pretendido, nadas menos, que la procesión que tiene lugar el día 7 de Julio, en honor de S. Fermín, se llame Día Grande da las Fiestas de la Ciudad, cosa que considero que no conseguirán, pero si acaso ocurriese, los pamploneses que ese día gritan: “Gora San Fermín”, clamarán diciendo: “Gora día grande de las fiestas de la ciudad”. Absurdo ¿no?

Otro extremo de su desatino es que también pretenden que el día 29 de septiembre que es cuando se exalta, con distintos actos, al Patrón de la ciudad, S. Saturnino, se denomine de ahora en adelante Desfile de Iruña-Pamplona.

En su desatado e injustificado furor, el Gobierno asturiano intenta que las vacaciones de Navidad, se nombren como vacaciones de diciembre, así como las de la Semana Santa, sean las del segundo trimestre.

La Secretaria general de Podemos en Sevilla, Begoña Gutiérrez ha declarado al periódico El Mundo que tienen propósito de eliminar la Semana Santa de tan honda raigambre y devoción en la ciudad.

No vamos a continuar con la cantidad de barbaridades que desean acometer, todas en contra del cristianismo, pues sería inacabable, pero sí queremos puntualizar que hay tres eventos españoles que se conocen en el mundo entero y son una fuente casi inagotable de divisas. Éstos son: Los Sanfermines de Pamplona, Las Fallas de Valencia y la Feria de Sevilla. A ellos también añadiría la Semana Santa de la misma ciudad.

La pregunta es ¿a qué viene, y por qué tienen tanto odio a los cristianos? La caterva de Podemos y sus adláteres pertenecen a la segunda o tercera generación de los que lucharon en la guerra fratricida, muchos de los cuales ya han fallecido.

La explicación que encontramos es que ese odio y saña irracionales han tenido que mamarlos en sus familias, que todavía guardan un rencor enconado sin tener en cuenta que aquella página de la Historia hace tiempo que ha pasado y que con la Democracia y la Constitución los partidos que parecían irreconciliables decidieron echar tierra sobre el asunto para comenzar una andadura nueva todos dispuestos a levantar a España, cerrando todas has posibles heridas.

Esta pandilla de descamisados como les gusta presentarse, ya que no tienen modales, estilos ni conocen las normas más elementales de la Urbanidad, están creando un clima pre-bélico que, como no se les frene, nos van a llevar a una nefasta situación posiblemente, como mínimo parecida a los regímenes de Venezuela, Corea del Norte o países donde se gobierna con normas marxistas leninistas.

Son tan miserables y tienen tanta saña y aversión hacia el cristianismo y a la Iglesia, que no son capaces de reconocer el bien que ésta está haciendo continuamente ahorrándole al estado unos 30.000 millones de euros, si no más, según la Memoria del año 2008.

Ya que se declaran ateos y aborrecen las creencias religiosas que ataquen a todas las confesiones de creyentes, pero son tan cobardes que no se atreven con las demás ya que ellas no lo soportarían como hacemos los cristianos y responderían con las medidas que se merecen.