Decir que esta persona es un mentiroso patológico un fullero contumaz que se mantiene en el poder gracias a sus argucias y marrullerías, es de una evidencia tal que no necesita demostrarse.

Su talante de tramposo lo tiene más que demostrado desde que plagió su tesis doctoral.

Pero, como la mentira, el engaño y la trapacería son consustanciales a su persona de tal manera que parece que forman parte de su ADN, no puede desprenderse de ellas y las que manifiesta cada vez que habla.

Para ocultar la pésima gestión de como está enfrentando la pandemia que padecemos, ha decretado un estado de alarma que dura ya casi sesenta días, pero, ya que se encuentra muy cómodo y da satisfacción a su ego gobernando a su antojo y sin contar con el concurso ni colaboración de otros partidos, pretende continuar así sine die.

Sin embargo, para enmascarar su prepotencia y hacer más creíble su artimaña, ha solicitado la adhesión a su plan de prorrogar esta situación la aquiescencia de los demás partidos políticos, de forma que, si el PP no le da su apoyo podrá culparlo de todos los males y calamidades que queden por venir. En cambio, si cuenta con su anuencia, lo hará copartícipe de los errores que él cometa, porque no quiere un socio de gobierno, sino un chivo expiatorio de los desastres que él realice, ya que, lo estamos viendo, su ambición es mandar sin que nadie le estorbe.

Él no ha llegado a decirlo tan claro, pero sí su correligionario Pablo Echenique que ha tenido la desvergüenza de expresar que quien no apoye el estado de alarma, está amenazando con provocar un rebrote, el colapso del sistema sanitario y miles de muertos.

A ver si nos entendemos, los militantes de izquierdas nos insultan cada vez que abren la boca, pero no se dan cuenta de que sus palabras los traicionan ¿Creen que no tenemos capacidad de pensar? ¿Qué somos tontos?

La conclusión es obvia. Si, desde aquí en adelante, las muertes que se produzcan estarán motivadas por la falta de apoyo del PP, las anteriores han sido por la mala gestión de Pedro Sánchez, ya que el partido de derechas no ha tenido arte ni parte en toda la calamidad anterior producida, y son 25.857 los que dicen las cifras oficiales, pero no cabe duda de que son muchos más, puesto que sólo se contabilizan los fallecidos que tuvieron un resultado positivo en el test de PCR de coronavirus, y no así a los muertos con síntomas leves o sin ellos, ni a los que se les hizo el test rápido. A estos “casos sospechosos” o probables, normalmente no se les ha hecho ningún tipo de prueba, y por no ser casos contrastados no entran en las estadísticas oficiales.

Esta es la marrullería con la que este especialista de la mentira y el engaño quiere engatusarnos.