Cuatro meses justos hace desde mi última aparición en estas páginas. Demasiado tiempo... En este paréntesis, Pepe Delgado , prematuramente, se nos fue de tertulia al cielo, y seguro que allí tiene ya en marcha, otro periódico, éste más que digital, celestial, en el que verter comentarios e ideas, varias, de todo el que se quiera brindar a ello....Genio y figura..........

De mi “desidia literaria” me ha sacado una noticia de la edición de hoy en el diario El Mundo, según la cual, la Junta de Andalucía, ha reclamado, con intereses, la ayuda que otorgó en su día a la Empresa Minera donde trabajaba, y aún lo hace, Doña Paula Chaves. El apellido ya da pistas por donde arde el puro, y conviene recordar al respecto, las airadas negativas del progenitor Chaves, cuando el asunto se planteó en prensa en su día. Finalmente la realidad es muy tozuda y D. Manuel, quizá tendrá que enfrentarse a una situación, que le ponga sobre el tapete su propio partido. ¿Será verdad pues que comienza la regeneración?
 
Parte de la culpa de no haberme puesto a la faena epistolar con anterioridad,  la tiene el hecho de la dispersión de temas.....De qué hablo: De la corrupción generalizada, que como una gangrena se ha extendido a las entrañas de todos, repito, todos los Partidos Políticos..... Del hecho de que derivada de la misma, los procesos judiciales concluidos no finalicen siempre con el inmediato ingreso en prisión de los responsables y desde luego, sin entregar “lo distraído”.... De la deriva de D. Arturo Mas empeñado en despeñar (perdón por la cacofonía) a Cataluña por el abismo independentista... De la Tercera Guerra Mundial, ya iniciada según el Papa Francisco y un servidor, cuyos dispersos focos no hacen que sean menos sanguinaria ni demoledora... De la epidemia de ébola....  En fin, sombrío panorama.

Ha tenido que ser, algo relacionado con temas anteriores, pero en sentido positivo, lo que me ha decidido a reflexionar.

Siendo mala la ciénaga de la corrupción donde estamos enfangados, que llena de descrédito a unos y carga de munición a otros, por cierto aún sin aclarar verdaderos programas políticos posibles de realizar, alguna luz comienza a atisbarse desde el horizonte, cuando dentro de las propias estructuras de poder, se piden y se sustancian responsabilidades. Bien haría Dª Susana Díaz en recorrer el camino iniciado hasta el final, lo cual la cargaría de razón a ella y a los demás de tranquilidad y esperanza en un futuro limpio y democrático para todos.

Los que ya tenemos edad suficiente, recordamos siempre una obviedad tan palmaria como cierta: la Democracia no es gratis, hay que trabajarla para que no se empantane y no sea pasto de “predicadores” de distinto signo, que ofrezcan soluciones tan drásticas como imposibles y que tengan como resultado el deterioro de la misma o directamente su claudicación.

Ojo avizor.

Rafael Ramírez Ponferrada.
Médico.