No hace aún dos meses, que Pamplona explotaba en Fiesta. En San Fermín, una de las señas de identidad más personales son los encierros de la mañana. A las 8h. en punto una manada de seis toros y algunos cabestros, persiguen a un enjambre de mozos y mozas, que algunas hay, hasta desembocar en la plaza de toros y en la puerta de chiqueros, convenientemente de par en par para recibir a los morlacos.
Se imaginan por un momento que esa puerta estuviera cerrada. Toda la multitud se amontonaría en un siniestro tapón sin salida. Algo así parece estar pasando en Cataluña. ¿Dónde está la salida?
Mas primero, Puigdemont después y ahora Torra, tutelado por el anterior, han prometido a parte de los catalanes, no a todos, pues aún hay en Cataluña quien no piensa como ellos, que la República Catalana Independiente está cerca: ya se vislumbra la orilla. Ni la playa esta tan cerca ni mucho menos, la mar está en calma.
Los que contemplamos la escena desde lejos, cierto es que allí, in situ, las cosas serán de otra manera, no entendemos cómo se insiste una y otra vez, en volver al camino de la unilateralidad ilegal. ¿Qué impulsa a los dirigentes una y otra vez a la misma senda?... Los razonamientos lógicos se me acabaron hace tiempo, y por ello, solo la teoría del “encierro sin salida” me explica tal contumacia. Eso, y la defensa de unos privilegios / nómina de una panoplia de entidades, empresas, embajadas y demás, nacidas al pairo del llamado Process, que no tendrían sentido en un marco autonómico al uso. Cada uno defiende su pan, como diría el otro.
El problema de fondo de la mayoría de sus argumentos, es la construcción de los mismos sobre elementos dudosos, cuando no directamente falsos. El uso de la falacia y la mentira, no por ser repetidas terminan siendo ciertas, pero este es el mecanismo puesto en marcha desde la atalaya de TVE 3. Ni es posible una independencia sin cambiar la ley para poder votar en Referéndum legalizado, ni tampoco prescindir de la Monarquía Parlamentaría sin idéntico proceder.
Ahora que el mundo, nos guste o no, se globaliza, cierta parte de Cataluña pretende volver a la aldea aislada, no a la global que es la que toca. Va contracorriente.
En este sentido les recomiendo el ensayo antropológico “Sapiens. De animales a dioses” Ed. Debate de Yuval Noah Harari, un autor, que desde su perspectiva de Historiador y Antropólogo, recorre el tránsito de los homínidos más primitivos hasta la actualidad. Luego de los Imperios, los Regímenes Feudales, las Revoluciones y la Democracia, concluye que vamos hacia un más que probable “Gobierno del mundo” global y obligatoriamente neutro en alguna medida, en el sentido político del término, acuciados por un argumento innegable a estas alturas como es el deterioro global del planeta. La cuestión es para pensar, y claro, al lado de estos argumentos, por muy lejanos que nos parezca su desenlace en la actualidad, problemas como la independencia catalana, palidecen en segundos, en cuanto a profundidad e importancia.
Sin mirar tan lejos, conviene andar caminos entre el Gobierno y Cataluña.
Cataluña no es solo de los independentistas, y haría bien Pedro Sánchez en considerar este factor en la resolución de la ecuación. Igualmente, también convendría no caer en algunos errores, ya padecidos en la época de su admirado Zapatero, como el de considerar que la música amansa a las fieras. Me temo que a Torra y compañía, solo se les convence aplicando la ley, justa y medida, pero la ley. Caso contrario el perjuicio sería no solo para la mitad de catalanes no independentistas, sino para todo nuestro sistema constitucional, y eso ya compete a 40 millones de personas.
