Esto de la crisis está muy bien o mejor dicho está fatal, generando demasiado sufrimiento a demasiadas personas. Me refiero a que alguna vez saldremos de ella (alguna cifra macroeconómica parece moverse a mejor), y en ese día habremos de preguntarnos como el castizo : para qué Señor tanto y tan “seguio”...
Si de todo este marasmo de paro, dolor, desahucios, y pobreza no somos capaces de , como sociedad me refiero, aparte de la situación particular de cada cual, extraer las pertinentes conclusiones, no solo no habremos aprendido nada, sino que seguramente estaremos igual de inermes ante la próxima oscilación de los mercados.
Soslayando las grandes líneas del mejorable sistema capitalista donde nos encontramos inmersos, que poco dependen de nosotros, y hasta del BCE según se ve, deberíamos preguntarnos a nivel doméstico español, que modelo de gestión político-administrativa tenemos y cual queremos o podemos pagar...
Las medidas tomadas hasta el momento se han centrado básicamente en el ahorro, y si bien es cierto que debe controlarse el gasto, no lo es menos que “hasta aquí llegó la nieve”: poco mas se puede recortar. Hacia dónde mirar pues. Me temo que solo queda una senda: la propia organización política y administrativa del país.
Nuestros responsables políticos, a todos los niveles, solo pueden preguntarse a estas alturas: ¿ Es lógica nuestra Administración en 6 o 7 niveles desde el Municipio hasta Bruselas ? . ¿ Debe mantenerse el mismo nivel de gasto público, como en tiempos de bonanza económica ?. ¿ No sería parte de la solución, facilitar la vertebración de una sociedad civil activa, en lo social y en lo económico, para asumir parte de este entramado ?. En este último punto puede radicar un problema: ¿ Quien se queda con el reloj del abuelo?....Quien gestionará el Aeropuerto deficitario, los medicamentos genéricos o el Servicio de Empleo inasumible para el Estado. Solo una pulcra selección de candidatos, cargará de razón y contenido el argumento esgrimido anteriormente.
Ha llegado el momento para los responsables políticos, todos, que den fe del motivo para el cual los elegimos: el Servicio Público.
Una encuesta del diario El País del 13.01.13, muestra que un 96 % de la población considera el grado de corrupción actual Muy Alta en el ámbito de lo público. Si me apuran, podrían haberse ahorrado el estudio, y preguntarle a un camarero inglés o un fontanero austriaco, su opinión sobre el particular.
Pero hay más. La mayoría de los encuestados consideran que solo un gran consenso entre partidos podría acabar con ello....pero no confían en que esto ocurra. Por tanto, grado de confianza en nuestros rectores, cero patatero.
Convendría que nuestros Políticos hicieran que la encuesta se equivocara. Estamos en un momento tan importante o mas si me apuran, que la tan recordada Transición política de los años 70. En sus manos está, que el periodo actual, y sobre todo el que le seguirá, sea recordado para bien en la Historia. De ustedes depende.
Rafael Ramírez Ponferrada
Médico.
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