Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Cosa de cuatro golfos

El insigne e ilustre prócer ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, cuando la pútrida charca de corrupción de los EREs de la Junta de Andalucía comenzó a exhalar sus pestilentes vaharadas, dijo que eso era cosa de cuatro golfos. ¡Bien dijo pardiez!, posiblemente lo hubiese podido decir más alto, pero no más claro. Lo que ocurre es que por maldad subrepticia, oculto deseo de que no se conociesen los nombres, o por olvido manifiestamente voluntario, no denominó quienes eran esos cuatro sinvergüenzas, pero hete aquí que el juez del Tribunal Supremo Alberto Jorge Barreiro ve indicios de delito en su gestión de los EREs, especificándolos y los ha imputado llamándolos por sus nombres, es decir, quedan incursos en el caso: Chaves, Griñán, Zarrías y Vieira. A este último le inculpa, además, un delito de malversación.

Pero ese latrocinio no pudieron llevarlo a cabo ellos solos. Según las últimas noticias que conocemos son 350 los que se encuentran en la misma situación por igual hecho, y más de mil en total incursos en otros casos hediondos y nauseabundos que es fastidioso enumerar por su cantidad.

Y surgen las preguntas: ¿Es que los andaluces somos insensibles a que se nos robe? ¿Es que nos da un comino que nuestros dirigentes se enriquezcan a nuestra costa, mientras se cuentan por cientos de millares los que tienen que vivir de la magnanimidad de Caritas y otras organizaciones similares?

No es que nos importe un bledo que nos expolien, es que con las corrupciones amparadas por la Junta de Andalucía y los Sindicatos, se ha creado un clientelismo de voto cautivo, ya que no sólo son los corruptos sino sus familiares y amigos los que siguen manteniendo este nefasto Gobierno andaluz por más de treinta años, pues como vulgarmente se dice “maman de la misma teta”

El himno de Andalucía tiene un verso que dice:

¡Andaluces levantaos!

¡Ojala que esta última manifestación del Tribunal Supremo sirva para que, de una vez, los andaluces nos levantemos, no sólo para pedir tierra y libertar, sino para sacudir de nuestras Instituciones a tanto parásito que lo mismo él que todo su clan viven a costa de lo que nos roban!

¿Llegará alguna vez ese momento?

 

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