Desde hace bastante tiempo corre un runruneo por España sobre la veracidad y/o autenticidad de las Tesis doctorales y trabajos de fin de Master de algunos políticos de nuestra Patria.
Nos cabe la sospecha de que posiblemente sea una cortina de humo más para distraer a nuestros conciudadanos de los problemas que verdaderamente nos aquejan y a los que los sucesivos gobiernos, especialmente los formados por el PSOE, ya que éste es el que más tiempo ha gobernado en España, no han puesto solución. Entiéndase: paro, exclusión social, escuálidas pensiones, listas de espera en la Sanidad pública y muchos otros más que no citamos porque el propósito de este escrito no es hablar de ellos, sino del revuelo que hay sobre las Tesis doctorales o trabajos de fin de Master de algunos de nuestros gobernantes.
En primer lugar consideramos que es oportuno y conveniente definir lo que es una Tesis doctoral. Ésta no es cualquier cosa. Tiene que plasmar el resultado final de una investigación, reflexión y aportación de nuevos saberes a la comunidad científica, llevada a cabo por quien ha obtenido, previamente, el grado de licenciado en cualesquiera de las especialidades de estudio que se imparten en la Universidad española.
Es el resultado final de un trabajo arduo, laborioso y sacrificado llevado a cabo durante bastantes años. Cosa que conlleva grandes periodos de lectura, búsqueda y consulta de fuentes, análisis de otros autores consagrados que hayan expuesto conclusiones irrefutables sobre la tesis que el doctorando se propone demostrar, aparte de la identificación de hipótesis, contrastación de variables y aplicación de técnicas de investigación reconocidas.
Exige tal esfuerzo que consideramos que personas dedicadas a la política no tienen tiempo para llevar a cabo. Creo recordar que Pedro Sánchez dijo, poco más o menos, que con la enseñanza y entrega a la política no había tenido tiempo para emplearlo en otra cosa.
Expondré el plan de estudios que rige en la mayoría de las universidades españolas para conseguir el título de doctor.
La duración de estos estudios a tiempo completo abarca, como máximo, un plazo de tres años que se contarán desde la admisión del doctorando al programa hasta la exposición de la tesis doctoral.
El plazo establecido para los mencionados estudios de doctorado es de dos cursos académicos desde la admisión al programa de Doctorado.
Si la Comisión Académica del programa lo permite, tras la solicitud del interesado, se pueden llevar a cabo estos estudios a tiempo parcial con una máxima duración de cinco años, desde que el doctorando se incluyó en el programa hasta su finalización con la defensa de la tesis.
Antes de presentar la tesis doctoral hay que cumplir una serie de requisitos finalizados correctamente ya que es imprescindible que el seguimiento y evaluación del expediente del doctorando se haya llevado a cabo perfectamente. De ahí que, con carácter previo al inicio de los trámites, el doctorando revisará y actualizará, si el caso lo requiere, el documento de actividades y el plan de investigación y tendrá la certeza de que ambos son aceptados por su director/es y tutor/a y evaluados por la comisión académica del programa de doctorado.
Ya acabada la tesis, antes de iniciar los trámites de admisión y depósito de la misma, deberán de analizarla dos expertos en la materia que se expone en la tesis quienes valorarán la calidad de la misma. Estos expertos han de ser dos doctores con experiencia de investigación acreditada.
Una vez sabida su designación, el director de la tesis le enviará a cada uno, a ser posible, por correo electrónico y en PDF, un ejemplar de la misma, a fin de que, en el plazo máximo de 20 días, efectúen un informe debidamente cumplimentado y firmado, al coordinador del programa de doctorado, sobre la calidad de la misma.
La defensa de la tesis doctoral tendrá lugar en sesión pública durante el periodo lectivo del calendario académico y se anunciará por el departamento o centro con una antelación mínima de siete días, en el tablón de anuncios del centro en el que vaya a realizar la defensa de la tesis.
Bien, expuestas estas premisas creo conveniente que nos centremos en la Tesis doctoral de nuestro nunca bien ponderado Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Este hombre leyó y defendió su Tesis el 26 de noviembre de 2012, bajo el programa de Doctorado en Economía, Empresas y Finanzas de la Universidad Camilo José Cela.
Según la opinión de los expertos, que a continuación citaré, parece ser que se trata de un bodrio infumable que no aporta ningún conocimiento científico nuevo, como es preceptivo que haga cualquier tesis que se precie.
Buceando en Internet, cosa que cualquiera puede hacer, he topado con multitud de opiniones desfavorables para dicho trabajo. Solamente he tomado las que expone OKDIARIO, pues reseñarlas todas sería una exposición aburrida y pesada que cansaría a los lectores.
He aquí lo que opinan de esta chapuza, expertos en la materia:
El veredicto del referido diario es aplastante. Dice: “La tesis de Sánchez es una recopilación de informes”.
Lorenzo Bernaldo de Quirós, director de la Fundación Internacional para la Libertad, echa de menos un discurso intelectual mínimamente “coherente” y, según su juicio, “adolece de una escritura y lenguaje burocrático más propio de informes técnicos que de una obra académica”. Finalmente sintetiza diciendo: “Se trata de una obra de trescientas páginas largas, aburridas y poco estimulantes desde una óptica político intelectual”.
Manuel Conthe, economista y ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, manifiesta: “Desde un punto de vista científico, la tesis parece superficial, banal e inane. Se comprende que Pedro Sánchez haya querido mantener su tesis en secreto: no solo por la infinita mediocridad intelectual que sus conclusiones rezuman; sino también por su tono acrítico y laudatorio”.
Francisco Cabrillo, catedrático de Economía política es rotundo al juzgar este trabajo. Manifiesta: “Se trata sin duda de un trabajo mediocre. No hay análisis y abundan, en cambio los lugares comunes. Si un doctorando me presentara algo así, le diría que, a partir de esos materiales, empezara a trabajar y a escribir una tesis de verdad”.
Bien, este es el personaje que rige los destinos de los españoles. Un individuo que no ha sabido elaborar una tesis doctoral, con la importancia que esto tiene, mínimamente aceptable y que aporte algún conocimiento nuevo para la comunidad científica.
Cuando dimitió Carmen Montón por irregularidades en su Master trabajo que no se puede comparar, por su irrelevancia, con una tesis doctoral, Pedro Sánchez manifestó que ella había seguido el camino de la ejemplaridad.
Ya se puede aplicar la misma medicina y si le queda siquiera un ápice de dignidad, que se marche y convoque elecciones como prometió tras la moción de censura.
Pero está agarrado al poder como una lapa, y, para desgracia nuestra, no caerá esa breva.