Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

Miedo

Víctor Salazar Benítez

MIEDO:

1. Sentimiento desagradable que se suele experimentar ante un peligro, un dolor, una molestia, etc., y que provoca reacciones de defensa o de huida.

2.Temor o recelo de que ocurra algo contrario a lo deseado.

Voy camino de los 40 y es ahora cuando estoy conociendo en todas sus acepciones lo que significa la palabra miedo. En momentos puntuales de mi vida por supuesto que lo he sentido. Ante una enfermedad, ante un problema familiar, …

Pero ahora es diferente. El miedo me invade pero no solo es un sentimiento individual, sino algo colectivo. Hablas con cualquiera y es inevitable que en la conversación surja la situación actual tan catastrófica que vivimos. Uno me comenta que lo han despedido. Otro que le ha visto recortado su sueldo.  Un tercero que ha tenido que recurrir a sus padres para seguir subsistiendo. Uno más que el banco le ha embargado la vivienda, …

Y  luego está el miedo a que llegue el viernes. Paradojas de la vida. Antes este día era la antesala del fin de semana. Sinónimo de diversión , de desconexión del trabajo (claro, cuando lo había), … Ahora el día de Consejo de Ministros. De que el Sr. Rajoy y el gobierno que encabeza anuncien esas “reformas” que es la manera de llamar a los recortes. Han cogido la tijera y no paran. Pensiones, sanidad, educación, subida de impuestos, tasas por doquier, … A este ritmo nos van a cobrar hasta por respirar.

Nada se escapa. Los inmigrantes “estorban” y “gastan mucho”. Mejor ahogarlos y no dejarles ni una prestación sanitaria. Así volverán a su país. Las personas mayores son cada vez más, consecuencia lógica del envejecimiento poblacional, por lo que hay que multiplicar las pensiones. Y si hay menos gente que trabaja las cuentas no cuadran. “No tocaremos las pensiones” fue su promesa, pero si ahora hay que pagar por medicamentos, a ver si no hay recorte. La universidad española es una fábrica de parados. No podemos pagar que todo el mundo estudie. ¿Solución? Que lo hagan solo los que puedan costearlo. Los hijos de los que más tienen. Como antes, como me contaba mi padre. Los funcionarios son unos “privilegiados”. Mientras todos ven con incertidumbre su futuro laboral ellos tienen un sueldo asegurado. Ahora nadie se acuerda de sus sacrificios para asegurarse esa plaza. De las noches en vela pegados a un temario mientras otros se divertían y ganaban dinero fácil. En la época del “pelotazo”, ¿para qué estudiar si en la construcción te asegurabas tener la cartera llena, un buen coche y un apartamento en la playa? Aquella época pasó. Hay que adecuarse al tiempo actual. Hagamos por tanto una reforma laboral adecuada a ello. Si un empresario no se ve “hipotecado” por las indemnizaciones por despido se animarán a crear riqueza. Sin embargo el paro crece. Claro, si ahora resulta fácil mandar al trabajador a su casa. Nadie puede respirar tranquilo. Bueno sí, algunos que han visto como “graciosamente” se les perdona su delito y obtienen una amnistía fiscal. Pueden traer su dinero de los paraísos fiscales. Sin embargo a mi Hacienda me tiene más y más vigilado. Como pequeño autónomo me revisa hasta la última factura, me hace mil requerimientos, me suprime de las deducciones gastos que siempre había incluido en mi declaración (aún no me han devuelto lo que me corresponde el ejercicio anterior), …

¿Qué será lo siguiente? Nuestro presidente nos dice que las reformas seguirán, semana tras semana. Es fácil adivinar la próxima medida. Será justo lo contrario que lo que anunciaran en la campaña electoral. De ahí que la segunda acepción del término “miedo” con el que he abierto este artículo tenga pleno sentido.

La excusa es siempre la misma. Nos dejaron el país hecho un “solar” y nos engañaron: el déficit era mayor que el que declaraban. No lo niego. Tuvimos un pésimo gobierno socialista que despilfarró el dinero y que no supo atajar la crisis en sus comienzos. Pero también es verdad que el PP gobernaba en casi todas las comunidades autónomas y han sido éstas precisamente las que estaban y están endeudadas hasta no más poder. Valencia con Camps, Baleares con Matas, … ¿no sabían por tanto que se iban a encontrar?

Todo se cae. Todo se desmorona. Hasta la monarquía está ya en el centro de todas las miradas y ese rey Juan Carlos que era intocable y como un dios para tantos, ha sacado a relucir su verdadero rostro. El de un privilegiado sustentado por todos que vive maravillosamente por tener “sangre azul”. Porque quiso el dictador, añadiría yo.

Ser republicano, no votar en las elecciones, no creer en este sistema, … de nada me sirve. Solo para que en mi conciencia no retumbe la idea de que he sido partícipe de esta locura que vivimos. Pero eso no me quita el miedo a no saber lo que me va a ocurrir mañana. Si mi vida cambiará radicalmente. Si mi hija tendrá un futuro como el que yo deseo para ella.

Tengo claro algo: el miedo siempre ha llevado asociado ideas totalitarias. Ha sido aprovechado por extremistas para atraer a masas desesperadas. Y las consecuencias han sido nefastas.Agorero me dirán muchos. Pesimista otros. Pero no es el tono mío, lo es de todo el país. Sin embargo en estos casos me acuerdo de una cita de Edmund Burke: “ Todo lo que es necesario para el triunfo del mal, es que los hombres de bien no hagan nada “.

Confío sin embargo en que aún hay hombres de bien. Y que reaccionarán. No nos cabe otra.

 

Víctor Salazar Benítez.

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