Ya es evidente, en Andalucía la gobernabilidad se complica al ritmo procesal del sumario de los ERE´s en fraude de ley. En el último impulso que la jueza Alaya ha dado a la instrucción y que califica como cualitativo, han resultado imputados veinte altos cargos, que lo son o lo fueron de la Junta. Con la trascendente significación de que entre ellos, están Magdalena Álvarez, consejera de Hacienda y Economía durante diez años, y Antonio Lozano, viceconsejero de Presidencia e Igualdad de la Junta y exdirector general de Presupuestos, hombre de confianza de Griñán. Apuntando a que la fría mirada de la jueza ahora está fija en el presidente de Andalucía.

Parece que descontando esto y sus derivaciones, el Presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE de España, José Antonio Griñán, “Pepe” en campaña electoral, ha anunciado que no concurrirá a la reelección como jefe del gobierno andaluz, suscitando, además, la convocatoria de unas precipitadas y atropelladas primarias para finales de este mismo mes de julio. Y es que a Griñán, se le pueden reprochar muchas cosas, y tal vez en un futuro cercano incluso imputar otras, pero no la de desconocer en cada situación la estrategia política adecuada para buscar y arañar ventajas. Eso que llaman saber manejar los tiempos. Conviene recordar cuando jugó en inferioridad, con peores opciones, una partida de ajedrez contra Javier Arenas y, en una buena jugada, le dio jaque mate enrocándose en el cálculo de probabilidades

Mientras el PSOE-A, como mecanismo de autodefensa automatizada, alerta y lamenta “demasiadas coincidencias entre momentos importantes para la política andaluza y los autos” de la magistrada. Sin embargo, salta a la vista que los dos anuncios, el primero de Griñán, del 26 de junio, de no optar a la presidencia en las próximas elecciones andaluzas, y el segundo, un día después, el 27 de junio, convocando las primarias, tendrían sentido y causa directa en la evolución del procedimiento judicial, en la espada de Damocles de la posible imputación del presidente (pendiente de una crin cada vez más debilitada), y en las consecuencias derivadas para el gobierno socialcomunista de la Comunidad. Viene respaldado, esto, por el hecho de que una resolución judicial como el auto de 2 de julio, por el que se imputa a los 20, posterior sólo en días a los dos anuncios políticos,suele responder en su elaboración a un ítem temporal mucho más amplio que el de unos pocos días. Debiendo añadirse que la Junta de Andalucía es parte acusadora en la causa, aunque, en un alarde de desfachatez, llegue a afirmar que correría con los gastos de algunos de los imputados, y además, ¡recurra el mismísimo auto de imputación!, Coincidiendo, grotescamente, en la misma administración los papeles de acusación y defensa. Consumándose lo de que “cuando la política entra por la puerta la justicia sale por la ventana”.

En definitiva, desde un enfoque procesal, el auto de incriminación de los 20 prepararía lo que se da por descontado que vendrá. Y que de seguir el paso a paso que impregna el análisis cualitativo procedimental seguido por Alaya, tendrá como fin último descubrir e individualizar a los distintos responsables de la trama piramidal investigada, llegando al vértice. En el que parece que están, precisamente, los que tienen la “cualidad” de aforados.

Y si se remira la convocatoria de primarias, bajo la lupa de estos acontecimientos, sería de una candidez minimalista no pensar que estamos ante una operación política perfectamente diseñada, por el aparato del partido, para intentar minimizar los daños políticos que causaría la posible imputación del presidente. En este sentido, también se descuenta que la consejera de la Presidencia Susana Díaz, dilecta candidata de Griñán y de la cúpula del partido, será la sucesora y encargada, bajo vigilancia, de que nada cambie, de seguir y cumplir el camino trillado. Eso sí, con el eslogan de que se inicia uno nuevo. Pero lo único que se abriría con la hipotética imputación del presidente es la prórroga de una legislatura que estaría sustancialmente concluida. 

Estos avatares judiciales y los movimientos de piezas del PSOE-A, también afectan a IU, partenaire y colaborador necesario en el gobierno andaluz. Los comunistas andaluces llegaron con la lección aprendida, en demasiadas ocasiones habían servido de voto útil a los socialistas, y en esta, se han propuesto sacarle el máximo rendimiento al apoyo gubernativo, proporcionando a su partido, a través de las distintas organizaciones públicas que gobiernan, la estructura institucional que no tenía, un desarrollo en red neuronal; aunque en el tiempo que llevan cogobernando, ya se les atribuyenmaneras viciadas, coincidentes con las de los socialistas, como tendencia al nepotismo, clientelismo y demagogia. El sostén que los comunistas dan a la gobernabilidad de Andalucía, con independencia de novedades judiciales y políticas ya descontadas, dependerá de: uno, que su despliegue partidista siga cumpliéndose, otro, que las encuestas confirmen que el voto tradicionalmente socialista en Andalucía se sigue deslizando hacia su formación y finalmente, que la economía no de señales más evidentes de mejora, que hagan que el Partido Popular pueda remontar en las encuestas. De lo contrario, el ruido electoral ira progresivamente creciendo, hasta desembocar en unas elecciones anticipadas. Quizá para el año que viene.

Confirmándose lo dicho asistiremos, una vez más, a una manifiesta utilización instrumental de las instituciones andaluzas con finalidad partidista, agravada por desdeñar los problemas endémicos prioritarios de los andaluces; en especial, la paupérrima situación económica y de desempleo. Demostrando que Andalucía, judicial, gubernativa y electoralmente está en tiempo de descuento.

José A. Rodríguez 

Licenciado en Derecho. Asesor jurídico.