Opiniones

"El Periódico digital para el sur de Córdoba"

La alegría de gobernar

Tuvo poca originalidad y enjundia como programa de gobierno el discurso del candidato Griñán, derrotado electoralmente aunque investido Presidente. Fue, aquel, la trasposición de la tesis de Rubalcaba para España, rechazada en las urnas. Si bien por la ocasión, con novedosas e inquietantes salpicaduras, de estilo comunista.   

Vino a decir Griñán, exagerando el tango, que treinta años no es nada, que ésta es la buena, que todo es posible, que “el suyo será un gobierno alegre”. Y tiene motivos para la euforia; desgastada y agotada su anterior presidencia, la de la herética designación, y pese a resultar pospuesto por los sufragios, volverá a gobernar, por el artificio de alianzas con otro partido todavía más relegado que el propio. Lo que está por comprobar es si esa alegría, proclamada, se propaga entre el resto de andaluces.

Y si en el Estado, Rajoy ya sabe, con profusión, que bajar a la arena de la gobernanza, en situaciones criticas, con aceptable responsabilidad, conlleva un rotundo cambio de escena. Y por mucho que se sospeche la dificultad e impopularidad resultante, la figuración queda superada, con largueza. Y toda actuación, de recomposición, causa un efecto de desaprobación que mina la propia imagen, de manera sorpresiva y sorprendente.

En Andalucía, a diferencia, ninguna secuela del desgaste de gobernar parece hacer mella en el flemático Griñán.  Que con dudosa prudencia propone, para la Región, una aventura alegremente experimental. Mientras, ruge un contexto económico internacional adverso, con maneras sombrías en España. Imbuida en pagar deudas atrasadas por farras inconscientes, y evitar, entretanto, la actuación ejecutiva exterior.

 El otro socio, coaligado en el futuro gobierno, el comunista Valderas, también anda alborozado. Se le ha pasado el arrebato de rebelarse, como no sea contra la perversa derecha de Madrid. Porque, qué ocasión igual podría esperar un partido que, teniendo la confianza de cuatrocientos treinta y siete mil votantes, administrará, manejará y dirigirá a ocho millones y medio de andaluces. Suyas parece que son ciertas iniciativas, contenidas en el acuerdo político programático que guiará al próximo ejecutivo andaluz. Por destacar, dos. Una, la creación de una entidad financiera pública andaluza, un banco. Puede responder este empuje a que como en Bruselas andan soliviantados con el déficit autonómico y el sistema financiero español, se han dicho vamos a cerrar, con esto, el circulo de las preocupaciones europeas y de paso le propinamos otra más, al gobierno estatal del PP. Aunque, también podría ser que se persiguiera, a través de este banco, directamente prestamos del BCE; para financiar futuras peripecias. Con la garantía de que si el episodio resulta fallido, siempre está el rescate del FROB. Dos, dedicar decenas de millones de euros a la repoblación forestal, indispensable en esta coyuntura.

Por la cohabitación dice Valderas que trabajará con Griñán, codo con codo. Será porque si baja un ápice el suyo, puede recibir un codazo.

En la novena legislatura parlamentaria andaluza, la de la alegría. La izquierda podrá ensayar una política de estímulos de crecimiento, paliativos de la depresiva crisis económica. Salvando el riesgo no sólo del aumento del déficit, sino de la obligatoriedad de reducirlo. Dictando políticas y ordenando a salvo de las fastidiosas reglas de la macroeconomía, de las directrices impuestas por Europa, (que como todo el mundo sabe son caprichosos infundios de la desagradable y antipática Merkel) y, por último de la depredadora especulación de los inversores, que operan en un diabólico mundo real llamado mercado. Que, torpemente, se aparta de las alegres soflamas social-comunistas.

Pareciese que el pasado de corrupción, cifras de paro, falta de empleo o el endeudamiento público, han sido exorcizados y absueltos por una argucia aritmética; para burlar el primario dictamen de las urnas. Por una mayoría parlamentaria, legítima y democrática, sin vestigio de duda, pero postiza y forzada.

En un mundo cambiante la izquierda andaluza sigue actuando con la indiscutible despreocupación y avilantez del que asegura tener la superioridad ideológica, la verdad incuestionable. Como sin tener que demostrar nada, sólo exhibiendo la cédula de identidad doctrinal, quedase por encima de todo, incluido, el sistema jurídico, judicial y económico. Y se ve en la preferente honestidad, para atizar al contrario, por convicción.

Pues eso, fuera preocupaciones y adentrémonos en el gozo, que en Andalucía estamos en buenas manos, en las del Gobierno feliz.

 

José Antonio Rodríguez

Licenciado en Derecho. Asesor jurídico

 

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.