Me resulta del todo increíble que en un pueblo donde se le rinden tantos homenajes al escritor, político y diplomático, Juan Valera, no se hayan levantado voces, por ejemplo en las redes sociales tan dadas al alboroto, para denunciar que en la popular serie de TVE “La otra mirada” se haya cometido el error de llamarlo Juan Varela, pero no solo de pronunciación, sino escrito. Y eso no es todo, también se habló de él como si hubiera sido un misógino que postergaba a la mujer a las labores de casa y de madre.
Esto ocurrió en el capítulo emitido el 17 de junio, la semana pasada, y para los que siguen la serie, situada en los años 20, lo que ocurrió fue que las chicas de la Academia de señoritas pensaron que podían pedirle al alcalde de Sevilla de la época que se le cambiara el nombre de la calle donde estaba dicha Academia, para que llevara el nombre de una mujer ilustre como era Carmen de Burgos. Se sorprendieron de que el alcalde aceptara rápidamente y llegado el momento de la inauguración de la nueva calle, se llevaron la sorpresa, al retirar la cortinilla que cubría el azulejo, de que lo que ponía era Travesía de Juan Varela.
El alcalde, que quería darle un escarmiento a la directora de la Academia, que interpreta Macarena García, le dijo que si se creía que en su Sevilla iba a tolerar las arengas feministas, que calificó de “indecorosa revolución” y que se llevaban a cabo en esa Academia de chicas. Y en el discurso dijo que se le ponía el nombre de “Juan Varela porque como escritor, diplomático y académico, andaluz ilustre y firme defensor de la educación de las mujeres para conseguir tres pilares esenciales: recato, honestidad y decencia”. Lo narrado se puede ver en este enlace.
No soy valerista experto, ni mucho menos, lo que sé de Valera me lo enseño mi amigo Pepe Garrido, ganador de un premio Valera por su libro sobre Martín Belda, y autor y editor de una de las obras más importantes que se han escrito sobre D. Juan “Vida y obra de Juan Valera (1824 1905)”, en las largas tertulias que tuvimos el grupo de amigos que gustábamos de la conversación inteligente y amena. Pepe me descubrió al Valera que él a su vez había descubierto en el pormenorizado estudio que hizo, sobre todo a través de sus cartas, cuando pasó años recopilando información para el citado libro.
Sabido es que Valera no fue ni un marido ni un padre ejemplar, que tuvo relaciones extramatrimoniales y que se le podía definir como mujeriego, todo esto forma parte de su vida personal al margen de sus labores profesionales o su talento literario. Tampoco era un egabrense acérrimo, llegó a calificar a los egabrenses como villanos ignorantes, quizás refiriéndose a la alta burguesía y enrabietado porque la gente no le votaba cuando se presentaba a Cortes, y manifestaba más aprecio por los de Doña Mencía porque era gente humilde y no “creídos” como los de Cabra. Porque hay que recordar que, después de su niñez, Valera sólo tuvo en Cabra breves estancias, ya que la casa de su madre estaba en Doña Mencía donde veraneaba cuando podía.
Al hilo de este artículo, hablé ayer con Pepe Garrido y me refrescó la memoria en varios aspectos, como por ejemplo en el de que Valera podría ser tan machista como lo era el 99% de los hombres de su época, pero no tenía especial desprecio por la mujer, de hecho era muy amigo de Emilia Pardo Bazán, si bien no aprobó que formara parte de la Academia de las Letras, aunque mostraba una profunda admiración por ella. Y sus amantes, eran todas mujeres muy cultas y preparadas intelectualmente por las que sentía admiración.
Pero volviendo a la serie, no es comprensible que las guionistas, digo las porque leí que todas eran mujeres, hayan cometido el fallo garrafal en el nombre, como tampoco entiendo que hayan elegido la figura de Valera, no Varela, como el prototipo de machista, que lo sería como era normal en la época, pero de ahí a ponerlo como el estandarte de opresor a la mujer va un buen trecho. No cree mi amigo Pepe Garrido que lo que en la serie se le atribuye a Valera sea cierto, más bien puede ser una licencia de las guionistas en una serie de ficción. En la conversación que tuvimos también me dijo que no hacía mucho tiempo leyó un artículo en el que también se ponía a Valera de vuelta y media por su machismo, parece que la escritora del artículo era una feminista defensora a ultranza de Pardo Bazán. Pepe le contestó razonándole el error que estaba cometiendo y jamás obtuvo respuesta de la articulista. A mí me da que desde algún frente feminista se está demonizando la imagen de Valera, ojo a los del Centro de estudios valerianos, habrá que estar atentos con estas cosas, particularmente pienso que no por defender a Valera, sino por defender la verdad.