… O lleva días confinada en casa por el Covid 19, pero que con su actitud da la razón a Antonio Machado cuando en su poema “He andado muchos caminos” del libro “Soledades” remataba el verso con un rotundo “y va apestando la tierra...”.
Desde que el sábado 13 de marzo el presidente Sánchez anunció el estado de alarma en España ante la expansión descontrolada del Coronavirus, nadie duda que la desdicha ha hecho aflorar los elementos más positivos de nuestra sociedad: generosidad, entrega, altruismo, solidaridad, reconocimiento a la labor social y profesional de distintos colectivos...
Y éstos se han encarnado en los trabajadores y trabajadoras de Sanidad, muros de contención desde que la epidemia saltó de un cuerpo a otro, de una ciudad a otra, sin distinguir clases, para luego, transmutados en Dignidad, recorrer todos los sectores laborales: limpieza, educación, alimentación, industria, cuerpos de seguridad, servicios sociales... esos curritos que con su trabajo presencial o telemático mantienen en estos días de zozobra a la sociedad en pie. Con el mérito añadido de no recurrir ni a rogativas n al paseo de imágenes. Esfuerzo colectivo a pelo, solo guiado por la voluntad de arrimar el hombro para solucionar el problema.
Pero junto a lo encomiable, también aparece Lo Negativo, el aliento pestilente de quien aprovecha el río revuelto de nuestras incertidumbres para aplicar su manual facha.
Todos sabemos que es una reedición hispana mal traducida de un refrito mezcla de distintos excrementos mentales extraídos del nazismo clásico (manipulación, triunfo de la mentira, tesis de Goebbels...) a los que adoba con gotas de caspa autóctona fundiendo “Santiagos y cierra España” brazos incorruptos, mantos de vírgenes y brazos echados por encima del lacayo de turno para que no olvide la diferencia de clases. En Cuba el engendro de alambique surgido del magma tiene un nombre claro y rotundo: “Comemielda”.
Nuestro individuo aprovecha la cuarentena para representar el papel que más le gusta. ¿Te acuerdas de Perfectus Detritus, el personaje que aparece en el álbum de Astérix, “La Cizaña”? Pues ya lo tienes.
Su copia contemporánea va de chulo hoy - "enterao" dicen en mi tierra- porque no puede emular a sus mentores del Franquismo cuando para remarcar su adhesión al Régimen, arrojaban aquello de “No sabe con quién está hablando” y así cortar cualquier conato de discusión amedrentando.
Acostumbra a ser “profeta a posteriori” y acertar- como los de la Biblia- a toro pasado. Catedrático en “ya lo dije, yo lo sabía”, ahora se ha licenciado en pandemias, por lo que tiene la receta mágica para salir del atolladero a base de mano dura, himnos y desfiles.
De momento, solo de momento, le da vergüenza pedir en la barra del bar “¡Santi, ponme una Dictadura!”. Pero está en ello, no nos equivoquemos. Su "sueño húmedo" es hacer permanente el enorme recorte de libertades y derechos que estamos soportando como contribución cívica para superar esta crisis.
Y ahora, cuando el diablo se aburre, en lugar de matas moscas con el rabo, mata la verdad inundando las redes de falsedades, bulos, noticias manipuladas a su favor y demás zarandajas con un objetivo: al final siempre deben salir como únicos culpables los rojos.
Personifica el Mal en “El Coletas” dicho con todo el desprecio del mundo. E imitando a Catón el Censor escupe "Unidas Podemos delenda est".
Tiene el estómago habituado a tragar ruedas de molino, pues desde hace decenios consume propaganda llena de vísceras y bilis sobre Cuba, Venezuela o cualquier otro país en el punto de mira de su jefe estadounidense y en esta crisis se le nota el entrenamiento. El problema: en lugar de comerse el vómito en silencio ahora lo arroja a través de facebook, twitter y demás redes para que nos salpique a todos.
Da pábulo a cualquier necedad. Lerdo en ecuaciones matemáticas practica una “sui generis” reducción al absurdo, simplificando para buscar un culpable, el chivo expiatorio culpable de todos los males. Nada mejor que tirar de historia rancia hasta encontrarlo en los "antipatriotas" de la “antiEspaña”. La lista se la han confeccionado "radiopredicadores" y panfletos que nunca alcanzarán la categoría de prensa solvente.
En estos días ha quitado los espejos de su casa no vaya a ser que casualmente lo mire y se le caiga la cara de vergüenza.
Pero tiene una "virtud" innegable, la de entretener la espera esparciendo restos fecales por las redes desde su ventilador.
Como es cansino ("jartible") y no para, es imprescindible por nuestra propia asepsia, higiene y salud mental cortocircuitar su información basura cuando nos llegue. No la movamos más para que no huela e impidamos con el silencio nada cómplice que en el país de los chismes el facha sea rey.
¡Cuidado! Está a punto de fundir los plomos, pues ha pasado de deshojar la margarita de la Sanidad Pública, a la que arrancaba pétalos mientras decía “apoyo con mi voto recortar-privatizar- vender a amiguetes- recortar – privatizar...” a salir aplaudiendo en los balcones a los mismos que escupía cuando se manifestaban en las premonitorias “Mareas Blancas”. Si la cuarentena de por sí es dura, imagina a quien le toca un figura de esa calaña en el balcón de al lado.
Mala gente que caminas y vas apestando las redes: Ese aplauso fingido que dedicas no es patriota, es hipócrita...¡Y lo sabes!
PD: Si el susodicho se ha vuelto loco vitoreando a Amancio Ortega por donar trescientas mil mascarillas (suponemos que de talleres hispanos, no asiáticos) y publicitar su altruismo "urbi et orbe" y pide a boca llena el premio "Princesa de Asturias" para el empresario gallego, imagina lo que pedirá -¿Nobel, la luna? - si al ínclito emprendedor le diese por donar mañana una quinta parte de los 5900 millones de euros que , según el nada izquierdoso diario "El Economista" ayer ganó (Amancio Ortega o Bernard Arnault, 'mucho más ricos' tras el rebote de las bolsa) con el repunte de la Bolsa.