Hace poco más de un mes, estando en el Tanatorio de la M-30 de Madrid, para acompañar a la familia de una gran amiga, desgraciadamente fallecida, mientras charlaba con su marido acerca de la larga y dolorosa enfermedad que le había llevado, a través de un no menos doloroso calvario, al final de sus días, me comentó que se encontraba tranquilo, pues él era “transhumanista”, creía en el TRANSHUMANISMO y por consiguiente lo ocurrido era previsible, pues no había ninguna otra solución en estos momentos, con los conocimientos y tecnología actuales.
Yo me quedé perplejo, no sabía nada acerca del transhumanismo, su significado, los fundamentos filosóficos o de otra índole que lo sustentan y que paradigmas propone; por lo que tan pronto como pude, me puse a buscar y leer todo lo que pudiera caer en mis manos sobre este concepto y esto es lo que he encontrado y tratado de resumir para todos los que consideren que este artículo les puede resultar interesante.
El transhumanismo es un nuevo paradigma que parte de la base de que la condición humana es básicamente siempre constante. Pueden cambiar los procesos tecnológicos, la redistribución de la riqueza, se pueden desarrollar nuevas herramientas, puede cambiar la cultura, pero la naturaleza humana seguirá siendo la misma.
Se nos presenta de este modo ante nosotros una serie de posibilidades que van desde un futuro enormemente prometedor a posibilidades que nos resultan muy excitantes por su exotismo y porque parecen sacadas de un relato de ciencia ficción.
Podemos situar su inicio en Mountain View (California), donde se publica un informe en el que se plantea la cuestión de que para la exploración del espacio, los astronautas exigirán órganos artificiales y fármacos para explorar más allá de nuestro Sistema Solar.
La falta de tecnología disponible hizo que se abandonara este programa, pero dio lugar al inicio de una nueva era de investigaciones científicas centradas en potenciar la especie humana para conducirla a una nueva etapa de evolución: los TRANSHUMANOS.
El transhumanismo es pues el empleo de la tecnología por parte de los humanos para potenciar sus capacidades físicas, psicológicas y, sobre todo, intelectuales.
Los transhumanistas desean emplear la ciencia y la tecnología para dirigir la evolución de forma deliberada; hay muchos transhumanos que no se consideran como tales, por ejemplo, las personas que llevan un marcapasos, caderas artificiales, un implante coclear o prótesis diversas. Estas tecnologías que ya estamos usando, son transhumanas.
La idea de transhumanismo viene de muy antiguo y surge de nuestra idea de inmortalidad y por eso hemos intentado siempre alargar la vida humana.
Aparece en la mitología como una búsqueda de la inmortalidad de Gilgamesh, la alquimia y la búsqueda de la fuente de la vida. El intento de superar lo que es el ser humano y vivir para siempre viene de antiguo. El avance de la prostética, que añade fragmentos de tecnología a nuestros cuerpos, cambiará de forma radical el significado de ser humano cuando comencemos a diseñar genéticamente una nueva generación de seres humanos (los transhumanistas creen que esto puede tener lugar a lo largo del presente siglo).
En 2015, un equipo de científicos chinos ha sido capaz de modificar genéticamente un embrión de ser humano empleando una técnica de sobreescritura genética conocida como CRISPR/Cas9, logrando corregir un defecto que provoca beta-talasemia, una enfermedad sanguínea, extrayendo y añadiendo fragmentos de ADN en un óvulo fertilizado. Esto permite de hecho, alterar quienes somos. Con estas técnicas de ADN, es probable que podamos modificar el color del cabello, de los ojos e incluso cambiar nuestras capacidades físicas e intelectuales.
¿Podría esto llevarnos a obtener lo que llamamos “bebes de diseño”? Muchos creen que esto sería posible; e incluso que se vería modificada la propia definición de “padre”, pues ya han nacido niños con ADN de tres padres distintos (el primero aplicando esta tecnología, nació en México asistido por un equipo de doctores estadounidenses).
Se podría llegar a desarrollar una matriz artificial donde se desarrolle un bebé que contendría ADN de muchos “padres”, lo mejor de todos ellos. Llegados a este punto, poco importa quien es el padre. Este es el futuro que tenemos ante nosotros.
Un grupo de científicos en State College (Pensilvania), han desarrollado un método para obtener neuronas a partir de células no neuronales llamadas Astrogliales mediante una combinación de fármacos. Las células gliales son células de soporte en el cerebro; pudiendo tratarse así enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer mediante una simple inyección química e incluso, como creen los transhumanistas, podría ser una terapia para las enfermedades neuronales e incluso para modificar nuestra inteligencia mediante un aumento de la capacidad cerebral de un 10% a un 35% convirtiéndonos así en una especie superinteligente.