Todos los años por estas fechas nos recuerdan el bombardeo que sufrió Cabra en 1938. Este año, además, el Ayuntamiento se suma a conmemorar este aciago acontecimiento. Dice un historiador egabrense que los españoles somos muy dados a conmemorar los hechos desgraciados.
Uno de los datos en que más inciden los nuevos historiadores de aquel episodio, en un ejercicio de revisionismo histórico, es el de que Cabra era un municipio casi al margen de la guerra, alejado del frente y sin presencia militar.
Obvian estos polígrafos que Cabra desde el 19 de julio se decanto por el bando golpista, se destituyeron a las autoridades legítimas y se desencadenó la brutal represión que continuaría después de la guerra.
Además en nuestro pueblo hubo destacamentos de italianos enviados por el fascismo de aquel país para apoyar a los sublevados, de lo que ha quedado testimonio grafico a través de fotografías de actos de exaltación patriótica, tanto en el salón del Paseo como en la Plaza de España.
Algunos políticos españoles también volverán a intentar convencernos, cuando vuelvan a pasar muchos años, de que los atentados de Atocha no tenían nada que ver con la intervención española en la guerra de Irak.
Da la impresión, además, de que el bombardeo de Cabra fue especialmente singular, o que solo hubo dos bombardeos durante la guerra, el de Guernica y el de Cabra. Bombardeos similares hubo en muchos pueblos de la comarca, Andalucía y España, por parte de los dos bandos y siempre con el mismo resultado, víctimas inocentes que no buscaron aquella contienda.
No seré yo el que defienda ningún bombardeo, ni republicano ni fascista. Me duelen los muertos que provocó aquel hecho deleznable. Pero también me duelen los egabrenses, que fueron represaliados por los golpistas, y a los que a día de hoy, ochenta años después, no se les ha hecho ningún reconocimiento y de los que solo sabemos que hay algunos mal enterrados en las cunetas de la carretera de Monturque o Lucena. Yo tengo familiares en fosas comunes.
A las víctimas del bombardeo se les homenajeó durante 40 años, a las otras víctimas de la represión nunca. Todos son víctimas.
Ahora, cuando la derecha gobierna en Cabra, como lo hizo durante la dictadura, se vuelve a homenajear a unos y a olvidar a otros. Como se hizo en tiempos del dictador.
Y desde luego que a nadie se le olvide, que en Cabra no hubiera habido bombardeo, ni muertos, si algunos militares, entre ellos el general Franco, no hubieran traicionado su juramento de lealtad a la República, no se hubieran alzado en armas contra el régimen democrático y no hubieran empezado una guerra el 18 de julio de 1936.