Desde muy joven estuve vinculado a la parroquia de la Asunción y Ángeles. Mis amigos eran monaguillos, mi afición a la Semana Santa y el indiscutible atractivo que ejerce esta “Mezquita del Barroco” para los aficionados al arte y a la historia, hicieron que pasara buena parte de mi adolescencia entre sus muros.
Y allí estaba su párroco, D. Manuel Osuna, del que al hilo de esta reflexión caigo en la cuenta de que fue, en buena medida, responsable de mi afición por los temas histórico-artísticos.
Y es que D. Manuel era, como suele decirse, un ratón de biblioteca, que se preocupó no solo de salvar y ordenar el archivo parroquial de más de setecientos años de historia, sino que además investigaba y obtenía de él gran cantidad de datos que luego soltaba al que quería escucharlo y al que no.
Al principio resultaba tedioso para un adolescente aquel cúmulo de relatos, fechas, autores, maestros de obras… Pero poco a poco aquellas cuasi lecciones magistrales me fueron atrapando e inoculando en mí el amor por el conocimiento de nuestro pasado.
Por él supimos que la cabecera de la nave central la traza el gran arquitecto renacentista Hernán Ruiz II en 1563, el mismo que construyó el cuerpo de campanas de la Giralda sevillana o la iglesia del Hospital de las Cinco Llagas, donde hoy celebra sus sesiones el Parlamento andaluz. También supimos que José Granados de la Barrera era de Cabra, Maestro Mayor de la catedral de Granada y que diseñó el retablo central de mármol rojo en 1673, o que los dos retablos de jaspe negro son obra de Melchor de Aguirre en1684, también Maestro Mayor en Granada.
Y una curiosidad que pocos conocen es que en la cara frontal de la torre hay un espacio enmarcado por unas volutas que hoy no alberga nada en su interior, pero que hasta 1820 contenía una placa de mármol rojo de 1.06 x 0.70 cm. cuyo texto, aun a riesgo de parecer prolijo, reproduzco: “Esta torre se hizo siendo Obispo de Córdoba el Exmo. Sr. Cardenal Salazar; Duque de Sesa el Excmo. Sr. D Félix Fernández de Córdoba, Vicario y Comisario del Sto. Oficio el Licenciado D. Jacinto de Alcántara y Leiva, y Mayordomo de su fábrica el Licenciado D. Juan de Robles Presbítero Año de 1688”. El texto esta transcrito del original de las cuentas de fábrica y Visitas Canónicas de la Parroquia de la Asunción y Ángeles.
Todo esto lo contaba D. Manuel que pasaba horas y horas escudriñando y desentrañando nuestra historia en el magnífico y secular archivo de la que, durante mucho tiempo, fue Iglesia Mayor Parroquial de Cabra.
No sabemos dónde ni en qué condiciones se encuentra actualmente ese archivo, pero en el espacio que lo alojaba han construido cocheras para alquilar.