El nacionalismo y la xenofobia beben del desengaño. Y ese desengaño ha sido cultivado con esmero por la llamada Tercera Vía, que fue el abrazo socialdemócrata a las políticas neoliberales sin ambages. De este modo, como en múltiples momentos históricos, los trabajadores desengañados (gran parte de ellos) terminan en el populismo ultraconservador que ahora una vez más se extiende por Europa: Nihil novum sub sole, porque siempre "pensar" con las tripas ha sido más fácil que pensar con la cabeza y el corazón.
Está claro que ESTA Europa no interesa. Pero no está tan claro cómo cambiarla: desde dentro o desde fuera. De la capacidad de la izquierda actual y futura de recuperar terreno, y rearmarse ideológica y discursivamente, dependerá en buena medida el freno de los nacionalismos excluyentes y la xenofobia. Un terreno que no puede ser otro que la calle (y los barrios, y los campos, y los tajos, y las escuelas...) y no tanto el Parlamento (fábrica de desengaños). Una vez más, votar y quedarse en el sillón es tan inútil como no votar y quedarse sentado en el sillón, porque lo importante es ocupar ese terreno.
La izquierda, cuando se hace mayor (como decía Pablo Iglesias recientemente) se hace posibilista, y de esta manera se convierte en parte del sistema (y defensora del mismo en aras de "lo posible") alejándose de la calle. La responsabilidad de la Tercera Vía y de la socialdemocracia (viejas y nuevas) en los desengaños subsiguientes es evidente, pasa en toda Europa y, me temo, que con el tiempo pasará aquí también con Podemos (ya ha pasado y está pasando con el PSOE). Y ya sabemos a dónde nos llevará ese desengaño.
Porque lo que ha pesado (con diferencia) en este referéndum británico para decir No a Europa, no ha sido tanto el hastío hacia la Europa de los banqueros, grandes mercaderes, grandes negreros, grandes burócratas...cuanto el miedo a la inmigración, el miedo a perder no sé qué esencias patrias...y el desengaño de las clases populares tras esa Tercera Vía.
Posdata: según Teresa Rodríguez ahora las Bases de la OTAN no están tan mal siempre y cuando den empleo (aunque esa organización sea responsable de guerras y crímenes, aunque tengamos apuntando a Rota los proyectiles rusos después de colocar allí el extemporáneo Escudo Antimisiles… aunque la Base genere ruidos y cánceres).