El ilustre prieguense, Don Niceto, ya era un hombre de otro tiempo durante la II República (por muy presidente que hubiera sido de ella... y, chovinismos aparte, por muy de Priego que fuera).

Venía del mundo liberal (pero conservador) del siglo diecinueve, del mundo del turnismo canovista, de las monarquías de Alfonso XII y XIII (con quien fue ministro), de misa diaria, burgués más que acomodado, gran propietario (aunque no de los más pudientes) asentó en la comarca las hechuras del sistema caciquil (entre nicetistas y valverdistas).

Despechado con el monarca...se hizo republicano. Y su paso unos meses por prisión (levantamiento de Jaca) le granjeó cierto prestigio para ascender a la presidencia de la República. Fundador de la Derecha Liberal Republicana (escisión del partido de Maura en el que militó) su ideario era más que conservador (la supuesta "Tercera España" que él representaba no era más que "el extremo centro" de los que hoy tildan de sectarios al Frente Popular) y de esta manera no fue casualidad que los alcaldes nicetistas de la comarca abrazaran, todos, la rebelión del Golpe de Estado.

Consuegro de Queipo de LLano (el "carnicero de Andalucía") para mí es el claro exponente del que nada y guarda la ropa, del extremo centro, de la actitud pusilánime y, en cualquier caso, de una España que no quería deshacerse del siglo anterior y sus formas.

Ya en el exilio la cosa es diferente, adquiere (para mí) mayor talla humana... tal vez cuando empezó a ser consciente que de nada le había servido (ni le serviría) nadar y guardar la ropa frente a unos generales fascistas a los que en un principio (y siguiendo su estela) no condenó contundentemente y sin actitudes pusilánimes, tibiezas que se expresan muy bien en su diario y en sus cartas recuperadas, tibiezas muy diferentes a las actitudes comprometidas que tuvieron sus hijos Luis y José (que defendieron a la República desde las trincheras).

En definitiva, no estoy a favor de ensalzar esa supuesta “Tercera España” supuestamente de "centro", que intentara zafarse de los extremos, donde se ubica a Don Niceto junto a Gregorio Marañón, Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala, Azaña o Chaves Nogales entre otros (con su trasunto actual en Andrés Trapiello, Jorge Martínez Reverte, Antonio Muñoz Molina; Santos Juliá…o el grupo PRISA). Tercera España que viene a ser el último argumento renovado del discurso simplón (pero con mucha intención) que se asentó durante la Transición: todos fueros iguales, olvidemos.

La idea de una tercera España pacífica estaría más acorde (en mi opinión) no con supuestas ideologías "de centro" (de extremo centro) sino con personajes grandes como Melchor Rodríguez (y tantos otros como el propio Blas Infante, José Sánchez Rosa, Joan Peiró o el monje Gumersindo de Estella, por citar alguno más) que, sin ser "de centro", abrazaron fuertemente sus ideologías concretas sin querer imponerlas a la fuerza a los demás.

No obstante, la figura de Don Niceto queda redimida para mí cuando se contempla la foto en la que, enjuto y sentado en un banco con sus largas barbas blancas, nos lanza su mirada melancólica desde el exilio, en una imagen conmovedora que recuerda el poema de Gil de Biedma: De todas las historias de la Historia que viene a decir que “De todas las historias de la Historia, sin duda la de España es la más triste, porque termina mal".

Esta opinión histórica que tengo del personaje en cuestión para nada cuestiona la gran labor que se ha hecho en Priego recuperando su legado:  la Casa-Museo y su estupenda actividad de investigación y difusión (única en la provincia) encabezada por su perseverante director, Francisco Durán. Como importante personaje de la historia de España (y de Priego) es lo mínimo que se podía hacer con Don Niceto... aunque llama la atención (y no deja de ser una constatación de lo que digo) que fuera el PSOE de Priego quien pusiera empeño en recuperar ese patrimonio...y no una derecha que, supuestamente europeizada y modernizada, podría haber tenido en él un referente (ya sabemos que la impronta de la derecha española es más franquista que de la Derecha Liberal Republicana de Don Niceto, precisamente).