En las últimas elecciones Autonómicas tuve la oportunidad de utilizar el voto accesible. Consiste simplemente en que a las personas con deficiencias visuales o ciegos, el mismo día que vamos a ejercer nuestro derecho al voto se nos entrega una caja donde vienen todas las papeletas en sistema Braille y también en el sistema habitual. Una vez que la persona ha decidido lo que va a votar, saca del sobre en Braille la papeleta en el formato habitual, la mete en su sobre normal y, como todos, lo inserta en la urna con el permiso del presidente de mesa. Para que esto se pueda realizar, la ONCE ha tenido que luchar mucho. Aprovecho para felicitar a la entidad por este y por todos los logros obtenidos, y concretamente por éste también a la Junta de Andalucía.

Se aproximan unas elecciones Municipales, en las que se presentan en Cabra los partidos del PP, PSOE, IU y PA. Era de suponer que para estas elecciones también podría solicitar mi voto de esta forma.  Como no había recibido noticias de nada y estaba interesado en ejercer de manera secreta mi voto como cualquier ciudadano, he llamado a la ONCE y allí me han informado...

Pues no, resulta que para las elecciones municipales no hay posibilidad, al menos hasta hoy día, de solicitar el voto accesible. Sólo tenemos la oportunidad de realizar nuestro voto de manera habitual (presencialmente, en la mesa electoral entregando la papeleta con nuestro voto) o bien el voto por correo. Creo que ninguna de las dos cosas se adapta a lo que realmente necesito y, como se puede ver, se está vulnerando un derecho recogido en nuestra Constitución, como es el derecho al voto secreto. En las últimas elecciones municipales del 22 de mayo de 2011, a pesar de lo que contempla a su vez la Ley orgánica de Régimen electoral general, también se vulneró el secreto del voto de las personas ciegas o deficientes visuales, ya que no se desarrolló la normativa para este tipo de procesos electorales. Se ve que no han tenido tiempo de rectificar ese agravio.

Me hace gracia que luego vengan los políticos con responsabilidad y nos digan que todos somos iguales, que no hay ningún tipo de discriminación y que, por supuesto, todos tenemos los mismos derechos y deberes. Recuerdo a mi padre diciendo que “cuando pronuncian esa frase cometen la peor de las mentiras ya que es una verdad a medias, es decir, en todo caso se completaría con que todos somos iguales, si acaso, ante la ley, porque en lo demás ni lo somos ni lo quiero ser.” Y que razón lleva, pero es que en este caso ni ante la ley somos iguales, lo cual es patético en una democracia que se precie.

Eso sí, es evidente que tengo los mismos Deberes que cualquier otra persona, el deber de estudiar obligatoriamente hasta una edad determinada, el de cuidar el patrimonio, el deber del respeto a los demás, el deber de la concienciación ciudadana... Y yo he cumplido siempre con mis deberes, por más difícil que me los hayan puesto, ¿pero qué pasa si los de arriba no respetan mi derecho elemental al voto secreto?

Que es complicado que se pueda realizar el voto accesible en estas próximas elecciones municipales porque en cada sitio se presentan unos partidos con unos candidatos diferentes, bueno pues vale. Supuestamente, los que gobiernan España son gente preparada, con conocimientos e ideas desbordantes, con medios tecnológicos más que de sobra y a los que creo que no les sería muy complicado encontrar una solución a este problema.  Lo que me indigna es que tenga que venir yo a reivindicar este derecho, que ellos mismos no sean capaces de darse cuenta de que, en este asunto, concretamente, no lo están haciendo bien desde hace mucho tiempo y que deben rectificar. ¿Qué se lo impide? ¿Se creen tan tremendamente perfectísimos que no pueden cometer errores y todo lo que hacen está bien, es maravilloso y estupendo? Pues no, señores gobernantes, gestores sociales de lo público, vosotros también os equivocáis en muchísimas cosas de las que hacéis... Y si no, mirad lo contentos que nos tenéis con vuestra gestión y con vuestra actuación a los que no vemos o no vemos bien.

Ya sé que pocos políticos van a leer este artículo, y que si lo leen les va a entrar por un ojo y les va a salir por el otro, pero al menos me concedo el derecho a la libertad de expresión. A ver si este derecho también son capaces de vulnerármelo... ¡A  saber!